“Estimular esas funciones es muy positivo para el resto de neuronas que todavía están vivas y hace que la enfermedad no avance tan rápidamente”, ha subrayado el experto, tras comparar los resultados de estas técnicas de realidad virtual con la actividad mental que ha tenido el paciente a lo largo de su vida, lo que él denomina reserva cognitiva.
Y es que, prosigue, en una persona predispuesta genéticamente a sufrir Alzheimer o con más factores de riesgo, pero que ha tenido mucha actividad mental a lo largo de su vida, los síntomas podrían aparecer más tarde, pues la reserva cognitiva le permite afrontar los cambios cerebrales provocados por la enfermedad minimizando sus manifestaciones clínicas. Ocurre lo mismo si se aplican técnicas de realidad virtual en fases iniciales, la evolución podría ser más lenta, explica.
“La realidad virtual es también una alternativa muy prometedora desde el punto de vista emocional y afectivo del paciente. Ello es así porque las neuronas de la región del hipocampo, una de las primeras estructuras cerebrales dañadas en la enfermedad de Alzheimer, son muy importantes para el estado de ánimo de las personas. La conectividad del hipocampo con otras estructuras no funciona correctamente y esto puede provocar efectos nocivos sobre el estado de ánimo. La adopción de técnicas de realidad virtual o videojuegos ayuda a que las neuronas funcionen bien durante más tiempo”, ha aseverado el experto.
EFECTOS AL INICIO DE LA ENFERMEDAD
Sin embargo, el profesional ha avisado de que las técnicas tienen efectos solo al inicio de la enfermedad, ya que en fases más avances, cuando ya no quedan neuronas implicadas en el aprendizaje o la memoria y la atrofia cerebral es más generalizada, los estímulos “no servirán de nada”.
Es precisamente en esas fases iniciales de la enfermedad o en fases previas de diagnóstico donde se centran la mayoría de estudios sobre realidad virtual y demencias que existen actualmente. Así, el Hospital de Niza ha hecho un ejercicio con varios pacientes con demencia y pérdida parcial de memoria con herramientas de realidad virtual.
El objetivo del estudio era aumentar la concentración y mejorar la actitud de los pacientes con Alzheimer, que en fases tempranas de la enfermedad pueden cursar cuadros de ansiedad, depresión, irritabilidad o apatía.
Del mismo modo, investigadores del Instituto Tecnológico de Castilla-León han diseñado un dispositivo basado en la tecnología de la realidad aumentada que a alerta los usuarios sobre posibles situaciones de peligro, tareas del día a día o les ayuda a encontrar los medicamentos.
Otras universidades trabajan con la realidad virtual para prever la posibilidad de sufrir demencias en un futuro. Por ejemplo, un estudio del Centro de Enfermedades Neurodegenerativas de Bonn demuestra que la mayor o menor habilidad de jóvenes a la hora de recorrer un laberinto virtual puede ayudar a prever la posibilidad de que en un futuro lejano pueda sufrir Alzheimer.
Además, el Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica de Chile ha hecho una investigación para analizar signos precoces de la enfermedad por medio de un ejercicio de realidad virtual que consiste en nadar en una piscina hasta conseguir encontrar una plataforma oculta.