Se entiende por malos tratos a personas mayores las lesiones o las amenazas de lesiones infligidas por otra persona. También entran en esta categoría el abuso y el abandono o descuido.
Las personas mayores pueden ser objeto de malos tratos por comportamientos o palabras perjudiciales hacia ellas (abuso) o si se ignoran sus necesidades (abandono, descuido o negligencia en el cuidado).
El maltrato a las personas mayores es un problema que aumenta cada vez más, dado que este grupo de población va en aumento. El maltrato por lo general resulta más frecuente y su intensidad se agrava con el tiempo.
Cada año miles de personas de edad avanzada son maltratadas en Estados Unidos. El responsable suele ser un miembro de la familia, generalmente un hijo adulto que cuida de la persona mayor. A veces, los cuidadores profesionales, como los cuidadores a domicilio o los empleados de residencias y otras instituciones, maltratan a las personas mayores.
Cualquier persona de edad avanzada, independientemente de su estado de salud, puede ser maltratada. Sin embargo, los malos tratos son más probables cuando las personas mayores:
- Son físicamente débiles, a menudo por trastornos crónicos incapacitantes
- Se encuentran aisladas socialmente
- Sufren demencia o confusión mental
El maltrato es más probable también cuando los causantes:
- Son económicamente dependientes de la persona mayor o viven con ella
- Abusan del alcohol o las drogas
- Padecen un trastorno psiquiátrico como la esquizofrenia
- Han sido violentos anteriormente
- Sufren estrés, por ejemplo por problemas económicos o por la muerte de un familiar
- Presentan falta de habilidades y recursos, lo que provoca que el cuidado del mayor sea frustrante
- Tienen un trastorno (como una demencia) que les hace estar agitados o violentos (incluso aunque en el pasado fueran pacíficos)
A menudo, los cuidadores se sienten abrumados por las demandas del cuidado, tienen una preparación inadecuada o pocos recursos, o no saben lo que se espera de ellos. También es posible que se sientan cada vez más aislados socialmente, lo que en ocasiones aumenta su resentimiento y posibilita el maltrato. Muchos cuidadores no pretenden maltratar a la persona, y otros ni siquiera saben que lo están haciendo.
Muchas de las personas de edad avanzada que sufren malos tratos no buscan ayuda, por varias razones. Es posible que sean físicamente incapaces de hacerlo, que tengan miedo de que se les haga más daño, de ser abandonados o de que se les obligue a ir a una residencia. Si el responsable de los malos tratos es el cuidador, las personas mayores pueden sentirse demasiado dependientes de él o quieren protegerlo, ya que este puede ser incluso un hijo suyo. También pueden sentirse avergonzados.
Los signos de malos tratos a veces son difíciles de distinguir de otros problemas. Por ejemplo, si una persona mayor tiene una fractura de cadera, los profesionales de la salud quizá sean incapaces de distinguir si la causa es un abuso físico o bien osteoporosis, una caída, o estas dos últimas (que son causas mucho más frecuentes). Además, si la persona mayor está confusa, puede que no la tomen en serio cuando denuncie los malos tratos, por lo que el abuso pasa desapercibido.
Por todas estas razones, a menudo el personal médico o de enfermería, asistentes sociales, amigos y familiares no reconocen el maltrato.