Ejercicio para reducir los riesgos de enfermedad cardíaca en personas mayores de 64 años

Kinesiologia Rehabilitacion Fisica

Un estudio finlandés encuentra que incluso el ejercicio moderado reduce las probabilidades de muerte precoz

Vaya en bicicleta, nade, pasee al perro… Una nueva investigación muestra que incluso una cantidad «moderada» de ejercicio cada semana reduce drásticamente las probabilidades de que una persona de a partir de 65 años de edad muera de enfermedad cardiaca.

Los beneficios del ejercicio son «una buena prevención para muchas enfermedades, y el efecto depende de la dosis: mientras más haga, mejor», apuntó la autora líder del estudio, Riitta Antikainen, profesora de geriatría de la Universidad de Oulu, en Finlandia.

El equipo de Antikainen deseaba cuantificar los beneficios del ejercicio para la salud a largo plazo. Para hacerlo, su grupo siguió los resultados de salud de casi 2,500 finlandeses de a partir de 65 años de edad durante casi 12 años.

Ninguno de los participantes sufría de alguna enfermedad crónica grave al inicio del estudio. Unos 1,600 hacían ejercicio al menos moderado, dijo Antikainen.

Basándose en cuestionarios, el equipo de investigación evaluó el nivel de ejercicio de cada participante como bajo, moderado o alto. Los que tenían un nivel bajo de ejercicio pasaban su tiempo sobre todo leyendo o viendo televisión, y hacían muy poca actividad. El ejercicio moderado incluía actividades como caminar, ir en bicicleta o hacer jardinería durante al menos cuatro horas por semana. El nivel alto de ejercicio conllevaba participar en actividades más intensas, como trotar, esquiar, nadar, juegos con pelotas o incluso hacer jardinería intensiva, al menos tres horas por semana.

Tras ajustar por otros factores de riesgo cardiaco (como la hipertensión, fumar y los niveles de colesterol), los investigadores encontraron que incluso un nivel moderado de actividad mejoraba en gran medida el estado de salud de la persona mayor. En comparación con las personas con una actividad baja, las personas con un nivel moderado lograron en promedio una reducción de un 31 por ciento de un «evento» cardiovascular (como un ataque cardiaco) y una reducción de un 54 por ciento en las probabilidades de morir durante el periodo del estudio.

Las cosas mejoraron incluso más entre los que hacían ejercicio con más intensidad. Los que estaban en la categoría de actividad alta observaron una reducción del 45 por ciento en los eventos cardiacos, más una mejora de un 66 por ciento en la supervivencia en el transcurso de los 12 años, encontraron los investigadores.

Antikainen presentó los hallazgos el sábado en Roma en la reunión anual de la Sociedad Europea de Cardiología (European Society of Cardiology).

¿Por qué podría el ejercicio conllevar un beneficio incluso mayor respecto a la supervivencia general que en la reducción de los ataques cardiacos?

«Una explicación probable es que hay varias enfermedades más que un estilo de vida activo afecta, y creo que hay un [efecto] de generalización», apuntó el Dr. Joep Perk, un cardiólogo que estudia la prevención de la enfermedad cardiaca en la Universidad de Linnaeus, en Suecia.

En la conferencia, dijo que (con demasiada frecuencia) la gente descuida tener una vida saludable hasta que es demasiado tarde.

«En general no están conscientes del poder de ser más activo y cuidar la salud», lamentó Perk. «Tienden a creer que, como médicos, los curamos cuando ya están enfermos, y que no hay que hacer nada antes de eso».

Pero nada podría estar más alejado de la verdad, enfatizó, y nunca se es demasiado viejo como para comenzar a beneficiarse del ejercicio.

«La arterioesclerosis (la inflamación de las paredes de los vasos sanguíneos) es algo que sucede segundo a segundo. En el instante en que uno decide hacerse más activo físicamente, cambia todo el proceso. Nunca es demasiado tarde», explicó Perk.

«El mensaje para el público general es: comience a moverse tras la jubilación, si no lo ha hecho todavía», aconsejó.

Los hallazgos presentados en reuniones médicas por lo general se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor